{"id":2974,"date":"2021-04-07T14:10:39","date_gmt":"2021-04-07T19:10:39","guid":{"rendered":"https:\/\/laperiodica.net\/?p=2974"},"modified":"2021-04-07T16:22:06","modified_gmt":"2021-04-07T21:22:06","slug":"sobre-el-showbusiness-mediatico","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/laperiodica.org\/antiguo\/sobre-el-showbusiness-mediatico\/","title":{"rendered":"Sobre el showbusiness medi\u00e1tico \u00bfc\u00f3mo funcionan los dispositivos de la no verdad?"},"content":{"rendered":"

An\u00e1lisis de la campa\u00f1a electoral 2021 en Ecuador
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Ni tecnof\u00edlica[i]<\/a> ni tecnof\u00f3bica.<\/p>\n

Luego del primer debate presidencial fui invitada, por una instituci\u00f3n gubernamental de Ecuador, a un foro que llevaba por nombre \u201cviolencia pol\u00edtica y comunicaci\u00f3n, un an\u00e1lisis de la primera vuelta electoral\u201d. Mientras preparaba la ponencia iba recuperando varios de los resultados de mi investigaci\u00f3n doctoral en la que ya me hab\u00eda aproximado al estudio de los objetos t\u00e9cnicos, con los que se ejerce un tipo especial de dominio y control social en la era de la digitalizaci\u00f3n y mediatizaci\u00f3n de la pol\u00edtica.<\/p>\n

Hannah Arendt (1973) se\u00f1al\u00f3 la faz instrumental de la violencia pol\u00edtica; violencia que siempre parte de una justificaci\u00f3n (finalmente en el capitalismo cibern\u00e9tico, m\u00e1s que nunca, el fin justifica los medios); y sobre eso remarcaba que el grado o intensidad de la violencia pol\u00edtica depende \u00fanicamente de los artefactos que se van perfeccionando conforme se desarrolla la tecnolog\u00eda, y la clase pol\u00edtica (en este caso) va perdiendo legitimidad y autoridad.<\/p>\n

James Ballard en Crash, que ser\u00eda su libro m\u00e1s recordado -para bien y para mal-, gestado a la luz de La exhibici\u00f3n de Atrocidades, dec\u00eda que \u201cel matrimonio de la raz\u00f3n y la pesadilla que domin\u00f3 el siglo XX ha engendrado un mundo cada vez m\u00e1s ambiguo. Los espectros de siniestras tecnolog\u00edas y los sue\u00f1os que el dinero puede comprar se mueven en un paisaje de comunicaciones\u201d (1973, p. 4).<\/p>\n

Por eso lo que se vio, sobre todo en la campa\u00f1a en medios sociales digitales[ii]<\/a> de la primera vuelta electoral, no solo dej\u00f3 en varios sectores de la sociedad una sensaci\u00f3n de verg\u00fcenza ajena, sino tambi\u00e9n una preocupaci\u00f3n latente sobre la forma en que candidatas y candidatos optaron por estrategias de personalidad, dise\u00f1adas para entretener y divertir, y con ello posicionarse en la mente de sus votantes, al precio que fuera. Pero esto no es gratuito y peor a\u00fan novedoso. El divertimento, dec\u00eda Pascal y recogido por Alain Badiou (2016), se erige como signo de nuestras sociedades en donde prima la m\u00e1scara, una met\u00e1fora interesante para entrar al concepto de real. La m\u00e1scara, desde una apuesta pol\u00edtica, nos invita a pensar en lo enga\u00f1oso, lo f\u00fatil y lo fugaz como deriva de estrategia y t\u00e1ctica para la sobrevivencia en tiempos electorales.<\/p>\n

Con una crisis sanitaria, econ\u00f3mica, pol\u00edtica mundial en marcha, pero adem\u00e1s en medio de la vor\u00e1gine en la que las redes sociales, sus narrativas y dispositivos lo envuelven todo con la estela de su verdad, se vuelve complejo saber cu\u00e1l es el \u201cimpase\u201d del divertimento (Badiou, 2016), es decir cu\u00e1l es la grieta por donde ver lo real. Casi imposible. De ah\u00ed que el concepto de no verdad, alude a un tipo especial de lo enmascarado, una verdad construida, situada y flexible, por lo general f\u00e1cil de metabolizar y viralizarse (a prop\u00f3sito de virus y pandemias). La no verdad es un s\u00edntoma de violencia porque no deja ver, porque obstaculiza, porque ciega, e incapacita. La no verdad es un s\u00edntoma de violencia y como tal, ejerce su poder a trav\u00e9s de dispositivos.<\/p>\n

Uno de \u00e9stos, el discurso determinista y tecnof\u00edlico bajo el cual se defiende la idea que los medios sociales digitales como Facebook o Twitter son espacios para una mayor y mejor democracia y para una mayor participaci\u00f3n ciudadana, social y pol\u00edtica. Esto porque desde su modelo comunicativo, los medios digitales promover\u00edan la conversaci\u00f3n y \u00bfqu\u00e9 puede ser mejor que conversar directamente con las autoridades de turno o los personajes p\u00fablicos de moda? Las no verdades son percepciones, percepciones de poder y por eso es fundamental diferenciar el modelo comunicativo del modelo comercial de los medios sociales en donde la conversaci\u00f3n y la identidad no son m\u00e1s que productos mercadeables.<\/p>\n

La no verdad es ese espacio ambiguo de certezas, de f\u00f3rmulas, de modelos, de experiencias, de testimonios, de teor\u00edas y, l\u00f3gicamente en campa\u00f1a electoral, de promesas. Todo esto basado en la producci\u00f3n de satisfacci\u00f3n individual, donde el conflicto y el disenso son sancionados desde una dimensi\u00f3n moral, porque \u00e9stos no son rasgos compatibles con el proyecto pol\u00edtico moderno, feliz, productivo, robusto y rebosante en donde un signo de triunfo es la aceptaci\u00f3n social.<\/p>\n

En el foro del que hablaba al inicio me preguntaron, qu\u00e9 pasa entonces con la censura en los medios sociales digitales por pensar distinto y las distintas formas violentas a causa de aquello. Yo hac\u00eda referencia a un t\u00e9rmino que ya se ha abordado y que tiene que ver con \u201clas burbujas o c\u00e1maras de eco\u201d que son espacios homog\u00e9neos y homogeneizantes en relaci\u00f3n a las formas de ver la vida o experimentar la vida cotidiana. Por eso las no verdades son placenteras, porque se adaptan y circulan libremente y sin problemas por el complejo ecosistema de medios trayendo a su paso cada vez m\u00e1s followers.<\/p>\n

En esa medida, lo que se vio como estrategias de campa\u00f1a tuvo que ver m\u00e1s con el show medi\u00e1tico y la gran industria del entretenimiento instagramero tiktokero, que con invitaciones a analizar y a debatir los problemas nacionales, porque eso ser\u00eda considerado como aburrido y poco digno de una era moderna y tecnologizada. No hay espacio para el debate y la cr\u00edtica, no hay gesti\u00f3n del disenso. Solo existen percepciones, y producciones subjetivas de lo real. Sherry Turkle (2011) hablaba del mundo conectado como \u201ctalleres de identidad\u201d en los que la presentaci\u00f3n del \u201cyo\u201d tiene que ver con satisfacciones personales de los p\u00fablicos que, para Michel Foucault, son las personas y sus opiniones.<\/p>\n

Claro, muchas de esas opiniones toman forma de discursos de odio y de repudio. Se pasa en un segundo del amor al odio, porque en este tipo de medios digitales el odio suele circular r\u00e1pidamente ganando cada vez m\u00e1s adeptos. Cuando las organizaciones y colectivas feministas han exigido (como es su derecho) pronunciamientos claros, espec\u00edficos sobre la agenda en materia de derechos de las mujeres y las personas LGBTIQ, basta revisar como todas y todos los candidatos tienen ya sus maniobras sem\u00e1nticas y sus mapas de mensajes para desviar los temas, porque son considerados \u201csensibles\u201d y objeto de sanci\u00f3n moral por parte de los p\u00fablicos para los cuales la clase pol\u00edtica dise\u00f1a escenarios, personajes e historias. Como dijo por ah\u00ed un t\u00edpico asesor de nombre rimbombante \u201cesos temas pol\u00e9micos no venden\u201d.<\/p>\n

Por eso, para Maurizio Lazzarato \u201cel concepto de vida y de vivo cambia completamente si se parte de esta definici\u00f3n de la poblaci\u00f3n como p\u00fablico, como opini\u00f3n. Moviliza en efecto el cerebro, la memoria, el lenguaje y las t\u00e9cnicas que act\u00faan sobre estos elementos\u201d (2006, p. 10). Por eso, la opini\u00f3n se valora tanto y es la base del modelo comercial de los medios sociales digitales.<\/p>\n

De hecho, en la segunda vuelta electoral, los dos candidatos, que curiosamente fueron quienes trabajaron estrategias m\u00e1s solapadas en los medios sociales digitales desplegaron toda la maquinaria posible de marketing y propaganda. Ambos dijeron que lamentan no haberse conectado con los p\u00fablicos m\u00e1s j\u00f3venes, afirmaciones que caen en esa especie de nativismo digital que no es sino un lugar com\u00fan. De todas formas, saben que el escenario est\u00e1 ah\u00ed con sus reglas propias y para entrar necesitan otras credenciales y no verdades estrat\u00e9gicas.<\/p>\n

Cantan, bailan, bromean, se burlan unos de otros, act\u00faan. Satisfacen a sus p\u00fablicos. Desde all\u00ed se construyeron los discursos de campa\u00f1a en relaci\u00f3n a la estrategia de personalidad y movilizaci\u00f3n de emociones en donde la identidad del\/a candidato\/a es un producto elaborado a partir de una receta. Todos los candidatos que han modelado por la pasarela medi\u00e1tica saben que lo que se consume son estereotipos provenientes de esas masculinidades hegem\u00f3nicas tradicionales: el soldado, el guerrero buen peleador, el padre de la familia cl\u00e1sica heterosexual, el buen administrador, el buen proveedor, el deportista, el gran bailar\u00edn. El ganador. Esa estrategia se conoce como \u201csensaci\u00f3n de victoria permanente\u201d porque les han dicho que ni offline ni online la gente quiere estar con \u201cperdedores\u201d.<\/p>\n

De la primera vuelta qued\u00f3 un vac\u00edo generalizado y de la segunda vuelta una angustia permanente. Propuestas simplificadas para p\u00fablicos lead (que gustan informarse solo por titulares) y m\u00e1s que nunca en esta vuelta final, la construcci\u00f3n de enemigos personales, m\u00e1s que ideol\u00f3gicos, precisamente en esa dimensi\u00f3n de la que hablaba George Orwell, en 1984: la construcci\u00f3n permanente del pasado. Ambos candidatos escriben el pasado una y otra vez, borran y van de nuevo porque en la l\u00f3gica de medios y redes sociales populares, la memoria y la historia son tambi\u00e9n productos f\u00e1cilmente mercadeables.<\/p>\n

Ni tecnof\u00edlica ni tecnof\u00f3bica. El ciberespacio es un territorio que habitamos, los objetos t\u00e9cnicos se han construido socialmente desde siempre y las plataformas digitales no son la excepci\u00f3n. Por eso, es necesario sumar elementos a un debate que ya se ha planteado en la agenda feminista y que nos habla de la necesaria transformaci\u00f3n de estos espacios online por los que transitamos y dise\u00f1ar colectivamente estrategias con perspectiva de g\u00e9nero, que nos permitan abordar la violencia pol\u00edtica desde el acceso a informaci\u00f3n de calidad para tomar decisiones y ejercer nuestros derechos.<\/p>\n


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[i]<\/a> La apuesta tecnof\u00edlica es una postura entusiasta sobre el lugar de la tecnolog\u00eda en la experiencia de la vida cotidiana. Se trata de una posici\u00f3n felicista y determinista, que ve una relaci\u00f3n directa y solamente positiva entre las tecnolog\u00edas y el desarrollo o el progreso de las sociedades.<\/p>\n

[ii]<\/a> No todas las plataformas digitales, pensadas para la sociabilidad puede considerarse redes sociales, en t\u00e9rminos espec\u00edficos del concepto \u201cred\u201d.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

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